Desde tiempos inmemorables, el vino ha sido considerado como como fuente de vida. No se trata sólo de una presunción basada en el sentido común, en el gusto por su sabor exquisito, o por los traviesos efectos que nos provoca, sino que se ha demostrado científicamente que su consumo moderado es saludable. Por eso no podía haber mejor nombre para la empresa mexicana Life is Grape, como una alegoría a la energía vital y a las grandes experiencias que nos transmite el vino.

Durante diez años, Life is Grape se ha enfocado en compartir los mejores sabores del mundo vinícola, seleccionando los vinos de bodegas que transmitan la combinación perfecta entre sabor, calidad e historia. Cada uno de los vinos que nos presentan, relatan una historia maravillosa, ya sean provenientes de viñedos centenarios, creados de manera orgánica y con procesos biodinámicos, o que sean parte de producciones limitadas.

Uno de sus vinos encantadores es el espumoso Alcardet Brut Reserva, originario de la D.O. La Mancha, en España. Tras 36 meses de crianza, las uvas Chardonnay, Macabeo y Airen con las que se produce, se transforman en una delicia de color amarillo dorado, limpio y brillante. Su burbuja muy fina y persistente, está acompañada de aromas tostados y amielados, con algunas notas de cítricos. En boca es fresco, intenso y franco, con un retrogusto que refleja los complejos aromas de la crianza.

      

 

Este espumoso, que ha sido calificado con 4.5 estrellas en Vivino, nace entre bosques de encinas y al pie de las Cuestas, donde fluye el río Gigüela, en un pueblo de Toledo que fue fundado hace más de dos mil años durante la época romana. Su cultura milenaria se ha transmitido en la elaboración de los vinos, mimando y engrandeciendo su pasión por la viticultura, convirtiendo los frutos de la tierra en vinos de reconocido prestigio.

Otro de sus grandes vinos, es el Rondo Rosé, que es perfecto para maridar en esta época del año con los tradicionales chiles en nogada, además de ser ideal para servir con ensaladas con frutos y quesos suaves. Se trata de un rosado extravagante, aromático y de agradable final, con un coqueto color salmón rosado brillante. Sus intensos aromas a sandia, fresa, cereza, chabacano, durazno, se acompañan con una entrada suave y aterciopelada, al pasearlo en boca aparece una acidez fresca, potencializando las notas a fresa, cereza y cítricos.

Este vino es elaborado con uvas Grenache, Cabernet Sauvignon y Merlot, que crecen bajo el sol del Valle de San Antonio de las Minas, en Baja California, una excelente zona de México donde las condiciones climáticas son muy semejantes a las del Mediterráneo.

Para que estas delicias lleguen intactas a nuestras mesas, se transportan con una
manta térmica que las protege durante todo su traslado, y después son almacenadas bajo estrictas condiciones ambientales en bodegas. Todos los esfuerzos que se invierten en cuidar los vinos, son recompensados cuando, al probarlos, nos arrancan un suspiro de satisfacción.